viernes, 29 de abril de 2011

Soy un terrorista. Episodio l.

¿Que significa terrorismo? Miedo, espanto, pavor. Ponerlo en práctica sería algo así como; dominación por el terror, sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Una vez averiguado el significado de terrorismo, el siguiente paso sería preguntarnos; ¿Quién nos aterroriza, como lo hace y por qué, de donde surge ese terror, como suprimirlo? 

La democracia de la que tan orgullosos estamos, es una forma de organización entre personas, cuya principal característica es que la titularidad del poder reside en el pueblo, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de este.

Volvamos ahora a una definición más amplia de terrorismo; uso sistemático del terror para coaccionar a sociedades y gobiernos, o sea para coaccionarnos los unos a los otros, utilizado por una amplia gama de organizaciones políticas, religiosas, racistas, farmacéuticas, gobiernos en el poder, prensa, para la promoción de sus objetivos. ¿Quieres más? Forma de violencia política que se distingue del terrorismo de estado por el hecho de que en este último caso sus autores pertenecen a entidades gubernamentales. Es común el uso de la palabra por parte de gobiernos para acusar a sus opositores. Tanto unos como otros suelen mezclar el concepto con la legitimidad o no para sus propios motivos.

Bien, entonces solo quedan los hechos, y estos no son otros que si el poder de gobierno de un país con una "democracia" reside en el pueblo, es decir en ti, en mi, en el vecino, en el panadero, y ese gobierno como organización política utiliza el terrorismo en la promoción de sus objetivos, queda claro que eres un terrorista.

Pero sigamos investigando, diseccionemos cual forenses de la palabra, aún más el tema; ¿Qué o quién es un terrorista? Durante siglos hemos leído como el poder corrompía al homoexterminius, definición más exacta por nuestros actos que la de homosápiens, desde los grandes conquistadores, pasando por reyes, sacerdotes, políticos, empresarios, científicos, etc. Los primeros con su codicia y deseos de grandeza arrasaban todo cuanto estaba a su alcance; tierras, poblados, castillos...y es curioso observar en la lectura  de los libros de historia, documentales, cine, etc, que tras una aparente narración de los hechos, en un intento objetivo por contarnos la verdad, se intuya entre la neblina de información el gusanillo de admiración y respeto que nos infunden nombres como Atila, Napoleón, Alejandro Magno, Gengis Kan, y un sin fín más. Esos conquistadores que estudiamos, respetamos e idealizamos, ¡fueron terroristas! damas y caballeros! infringieron miedo, espanto, pavor, fueron asesinos, torturadores, mataban a miles de personas con solo una orden suya.
Observemos ahora, como con otros medios, métodos, tácticas y palabreria la diferencia que hay entre aquellos y estos; George Bush, Tony Blair, José Mª Aznar, Osama Bin Laden, Vladimir Putin, etc. ¿Los respetamos, estudiamos e idealizamos, o solo es una cuestión de espacio tiempo? 

Continuará...

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